REVISTA, ATLANTIS

Un monográfico 

Presentación del Libro, Eternidad 

Presentación de la Web www.eternidad2.com 

DIRECTOR: Juan Díaz

DIRECTOR TÉCNICO: Luis Castro

Distribución por España, México, Chile, Argentina, Portugal

 

 HABLEMOS DEL ESPÍRITU Sr. Juan Díaz y Luis castro

 

Nuestra relación con María Ángeles y Antonio Jiménez, viene de algún tiempo atrás, a raíz de unas fotos que Antonio hizo durante una boda en el Ayuntamiento de Cerdanyola del Valles, (Barcelona) en las que apareció de forma insólita, en un panel de maderas de la pared, la formación de una calavera, la cual promovió un considerable revuelo. Puestos en contacto con Antonio, le propusimos el realizar un análisis técnico de los negativos de las mencionadas fotografías. Le pareció una buena idea y el I.I. E.E. (instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos) al cual pertenecemos, elaboró tras el análisis, un detallado informe el cual junto a la narración del caso figura en el libro escrito por María Ángeles titlado Eternidad.

También se llegó a un acuerdo para que estos dos amigos sensitivos colaboraran con el Instituto en casa necesario y puntuales.

Posteriormente, hubo un lapso, en el que cada cual, absorbido por sus propios quehaceres, se produjo un relativo “distanciamiento” , lógico por otra parte, teniendo en cuenta la distancia geográfica y la disparidad en las distintas especialidades en que cada cual se mueve. No obstante, habíamos mantenido contacto telefónico con Antonio, en alguno del cual habíamos contemplado la posibilidad de hacerles una entrevista a ambos con objeto de insertarla en la revista Atlantis, que dirigimos los autores de la mima.

La idea inicial era la de desarrollar un articulo como tantos otros, poniendo de relieve el trabajo que llevan a cabo con total éxito. Sin embargo, durante la entrevista pudimos comprobar aspectos que en un principio, no habíamos contemplado, sencillamente por desconocimiento. Durante la charla pudimos valorar la honestidad, dedicación y el amor al prójimo, todo esto repleto de una tremenda humanidad que hace que estos dos médium, puedan dedicarse a la “sanación” del espíritu.

Poco importa que, estemos de acuerdo o no con algunos de sus conceptos o valoraciones sobre aspectos puntuales, lo cierto es que el fondo es bueno y por tanto positivo, y la forma operativa tremendamente efectiva, cuestión que hemos pedido comprobar personalmente y que, nos sorprende dio positivamente, disipando las razonables e inconscientes dudas que pudiésemos albergar al respecto.

María Ángeles y Antonio Jiménez, son para el trabajo que realizan, como la “brocha y el barniz” , como el “tiesto y la planta”, como la “copa y el vino”, y es que existe tal compenetración entre ambos así como tal confianza el uno en el otro que, viéndoles trabajar, se hace difícil el pensar que alguna vez hayan podido hacerlo el uno sin el otro.

Dos veces por semana, abren el local, en el que atienden a todas aquellas personas necesitadas de comprensión, de paciencia, de confianza, y sobre todo de que le saquen de encima algún ser espiritual que lleva sobre su persona y que le está robando parte de su personalidad individual y de sus propios criterios.

Personas apesadumbradas por síntomas indefinidos e indetectables para la medicina tradicional, y que salen totalmente “restablecidos” y “curados” .

¿Qué ha ocurrido? Que han sido “limpiados” de algún “ente” negativo o ser espiritual –como ellos lo llaman- que llevaba consigo y el cual producía tales síntomas anómalos.

Como comprobaréis en la historia que nos relatan, tanto María Ángeles como Antonio, desde muy pequeños estaban predestinados para realizar algo fuera de lo común. Ambas, se parecen al margen de las distintas circunstancias propias debidas a las distintas ubicaciones e idiosincrasias de cada uno de ellos, parte de sus vidas, como pueden ser las dotes especialísimas de ambos, se manifiestan a muy temprana edad, y es muy posible que parte de las situaciones más negativas que ambos por separado vivieron, se produjeran al hecho de no poder canalizar toda esa energía de que habían sido dotados. Fortuna, los designios de ambos, estaban destinados a encontrarse para el bien de la especie humana.

María Ángeles ha escrito varios libros, todos ellos recogen aspectos, criterios y experiencias personales, de forma sencilla y diáfana, sin florituras intelectuales, pero al mismo tiempo expresadas con claridad asumidle por cualquier persona por neófito que este pueda ser en el tema. Pero, que no pierde interés para el entendido, son casos para ser entendidos y hasta comprendidos, lo cual nos parece, es de agradecer, es como una brisa nueva y suave en el borrascoso mundo de la literatura metafísica, en donde los términos, situaciones y conceptos, son, generalmente, demasiado farragosos para el neófito y extremadamente obvio para el especialista.

Nosotros, nos congratulamos y agradecimos a estos notables médium, el que nos hayan conocido el privilegio de escribir sobre ellos y nos permitan publicarlo en nuestra revista.

La entrevista que realizamos, aunque guardan un orden obligado, no está encorsetada en unas a veces, obligadas formas, por tanto, no importa que la pregunta sea contestada por uno u otro de forma arbitraria e indiscriminada, en realidad, como decíamos, las dos historias presentan parámetros similares, y ambas son extremadamente interesantes.

 

LA ENTREVISTA

JUAN- María Ángeles Bertolín 

Completo.

Mª Angeles- María Ángeles Bertolín 

J.- Y el tu yo, Antonio.

Antonio Jiménez 

J.-¿cuánto tiempo hace que trabajáis conjuntamente?

Mª A.- Yo hace aproximadamente doce años que realizo este trabajo, con

Antonio, quizás haga unos siete u ocho.

J.-Es decir, que empezaste tú sola.

Mª A.-Sí.

J.-¿Cómo fue el comienzo?

Mª. A.- Empecé después de tener una serie de experiencias, fue un tiempo en que no sabia qué estaba pasando, y bueno, fue una lucha constante con seres de otro dimensión, yo entonces no sabía lo que era, por eso digo que fue una lucha tremenda, porque, imagínate encontrarte a estos seres negativos sin ningún tipo de conocimiento, al respecto, los llevaba conmigo a todos partes, y lo pasaba muy mal, fue a través de una persona que me conoció de una forma muy curiosa. Yo estaba muy mal, tanto que le pedí a dios me llevara o me mostrara una salida, porque no podía continuar de esa forma. Un día salí de mi casa convencida de que iba a encontrar a la persona que podría ayudarme. Iba caminando , como un zombi, realmente estaba en un estado verdaderamente crítico, al límite de mis fuerzas, y caminando, anduve más de cinco kilómetros, entré en un local en el que una mujer, no recuerdo como establecimos la conversación, me dijo que sabía que alguien había pedido ayuda. Tenía una sensibilidad especial.

A lo largo de las páginas de esta entrevista, el lector encontrará una significativa muestra de los mensajes que les llega a esta pareja, vía Internet, las cuales mayoritariamente son peticiones de ayuda a diversos y graves personales y o familiares.

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Esta es la persona me aseguró que lo que yo veía (los entes de otra dimensión) en mi casa, no eran en absoluto imaginaciones mías, porque, claro, no me atrevía a confesar a nadie, ni a mi propia familia que yo estaba viendo a seres espirituales. Normalmente era un hombre, aquella mujer fue la que me dijo que se trataba de un ser espiritual.

A partir de ese momento sufrí un proceso de evolución a nivel del espíritu y me he ido metiendo en este mundo sin buscarlo, es como si los “de arriba” , me hubieran sometido a una prueba” , me hubieran sometido a una prueba para prepararme para poder desarrollar esta labor de ayuda a los demás. De hecho, cuando yo era pequeña, con diez meses o quizás un año, ya veía a esos seres de otro dimensión, ya tenía esa facultad, pero tu no notas que hayas de ser diferente a las demás personas, por el contrario, piensas que todo el mundo ve las mismas cosas que tú ves.

 

DE SU LIBRO ETERNIDAD.

 

¿POR QUÉ LOS SERES ESPIRITUALES,

ENTRAN EN NOSOTROS

CON TANTA FACILIDAD?

 

-Dice Mª Ángeles-:

Cuando, hace años, empecé con esta tarea, el porcentaje de personas que iban acompañadas de seres espirituales era muy elevado, pero cada vez es superior. A menudo me han preguntado a qué es debido este fenómeno. Como ya he explicado con anterioridad, hay una línea divisoria entre nuestra dimensión y la otra, que evita que hayan conexión entre ambas. Al mundo espiritual sólo tienen acceso los médium; sin embargo, actualmente hay muchas personas que, por falta de información, se atreven a hacer invocaciones con la tabla buiga y rituales diversos con los que destruyen esa división tan necesaria.

Por esta causa, los seres malignos encuentran más facilidad para acceder a nuestro mundo, que es lo que más desean, pues en el Más Allá sólo hay oscuridad.

Para venir a la dimensión material necesitan, sin embargo, un cuerpo físico, un simulacro de lo que fue su anterior vida; este hecho permite a las personas con don de videncia saber de que época son los espíritus, pues llevan las mismas ropas que habían vestido cuando murieron.

Continuemos con la entrevista:

J.-¿Qué edad tenías cuando empezaron a manifestarse estos seres, de forma preocupante?

Mª.A.- Como ya te he dicho, yo desde bien pequeña los veía, creo que muchos niños tienen este tipo de visiones, pero con los años y por desgracia, pierden esta facultad, quizás porque estamos demasiados pendientes delo que ocurre a nuestro alrededor.

Pero recuerdo que, con ocho o nueve años, yo lo asumía como un juego, pero, a partir de ese momento, la realidad se fue imponiendo y afronté como todo ser humano, el hacer una vida normal, lo cual no impedía que en ocasiones me mirara al espejo y en él, veía que tenía un cuerpo físico demasiado pequeño en relación al cuerpo espiritual que tenía y que yo veía en el espejo. Yo por entonces no sabía nada de todo esto, pero si intuía al ver aquella enorme luz en el espejo, que no había un equilibrio entre un cuerpo y otro, me sentía como si estuviese tremendamente “descompensada”.

Cuando escuchaba a algunas personas que tenía dolor de cabeza, u otra cualquier dolencia, yo no podía entenderlo, no podía creer que alguien pudiese tener cualquier tipo de dolor, y pensaba... ¿Por qué no me lo envían a mi ese dolor?

 

Yo me venía con capacidad para eliminarlo.

Cuando tuve 32 años, después de una serie de terribles experiencias, durante las cuales lo pasé muy mal. Estaba en mi habitación, en la cama, de pronto vi cómo una nube que se iba colocando sobre mi, me cogió como un temblor que agitó todo mi cuerpo, y sentí unas voces como si alguien estuviese haciendo una llamada a través de mi.

En otro ocasión, vi como una figura que avanzaba hacia mí, y que se “coló” en mi cuerpo, sin que pudiera hacer nada para impedirlo.

Creo que a través de todas estas experiencias, me estaban preparando para todo lo que había de venir en el futuro, y que, efectivamente llegó.

J.- ¿cómo veías tú a estos seres?, porque hablas de seres espirituales, pero habían de tener algo para que tú pudieras ver que éstos, eran diferentes.

Mª. A.- Bueno, al ser espiritual se le ve como a una persona normal, la única diferencia es que son mas trasparentes, porque al no tener materia física, se ven más traslucidos, en ocasiones son más luminosos.

J.-¿cuándo decides trabajar con y para los demás, dedicarte a ellos para ayudarlas?

Mª. A.- Realmente, nunca lo pensé. Ni remotamente se me hubiese ocurrido tal cuestión. Para mi fue el descubrimiento de un mundo total mente nuevo. Pensar que todo eso que as estado viendo, que ves, y que te ha producido tantos problemas, que te lo ha hecho pasar tan mal no es imaginación, ni una ilusión paranoica, sino que se trata de ser espirituales, fue un descubrimiento sensacional, aunque lo ocultaba ya que si lo hubiese dicho después de todo lo que había pasado, estaba segura me hubiesen llevado a un psiquiátrico de inmediato.

A partir de aquí, pasé por una serie de procesos hasta llegar hasta aquí. Cuando ya estuve preparada, iba caminando por la calle y gente más o menos conocida me paraban y me explicaban sus problemas, muchos de ellos tenían el mismo por el que yo había pasado. Era como si yo fuese un “imán” que atrajera a todas esas personas.

A veces iba a la peluquería o me hacía las uñas. Cuando la persona que había de hacérmelas se acercaba, si llevaba con ella un ser espiritual, comenzaba a temblar, sin que supiera por qué, así la gente fue vendido y yo la acompañaba a casa de la señora que había conocido y me había ayudado y ella le quitaba el “problema” de encima, de encima, y claro me estaba agradecida por la cantidad de gente que le llevaba.

Pero llegó un día que en que esta señora hubo de ser intervenida quirúrgicamente, pero no quedó demasiado bien, debido a la avanzada edad que tenía, un día, vino un familiar de Zaragoza, vino a casa, se puso a mi lado y de inmediato comenzó a temblar violentamente, le dije ¿Qué te pasa? Está mal, tu llevas algo, me dijo, ¿ Como lo sabes? Respondí que por los temblores que le habían entrado, me confesó que había visitado a muchos videntes pero todos le habían dicho lo mismo, que llevaba algo pero que no podían quitarlo.

Llamé al marido de aquella señora con la intención de llevarla y que le sacara lo que fuese, pero me llevé una desagradable sorpresa, la señora estaba en estado crítico debido a su enfermedad. Este familiar, me pidió que yo se lo quitara como fuese porque así no podía continuar. Le dije que no me atrevía, no estaba segura de poder hacerlo, ella insistió en que si que podía hacerlo. Finalmente decidí llevar a cabo aquella “operación” naturalmente lo hice a mi manera, aunque siguiendo las formas y procedimientos que había visto en aquella señora, el caso es que funcionó, aquello fue una agradable sorpresa para mi, yo pensaba que para poder hacer algo así, tenías que ser una persona muy fuerte, que era un trabajo más bien de hombres, evidentemente estaba equivocada.

A partir de aquí, todas las personas que venían a mi era aquellas que me encontraba por la calle y decían tener un problema. Venían a mi casa y les quitaba lo que llevaban encima. Así fue como empecé este trabajo de forma más metódica.

Mis padres tenían un negocio, y por circunstancias de la vida, lo vendieron y con una parte de la venta cogí este local y me dediqué de pleno a esto, era como un deber para mí, incluso me ofrecieron comprarme el local, a pesar de que necesitaba el dinero, tuve muy claro lo que pensaba debía hacer, y sin ningún tipo de publicidad la gente fue viniendo cada vez más, primero trabajé sola, después me ayudaba una chica y posteriormente se presento Antonio, del cual no me cabe duda me lo han enviado los de “arriba” .  Yo siempre lo digo, todas las cosas que me han pasado es por que me las han ido poniendo en el camino de lo contrario todo hubiese sido distinto.

 

DE SU LIBRO ETERNIDAD

 

Cuando una persona es muy sensitiva o espiritual, a pesar de convertirse en una víctima perfecta para los seres malignos, también tiene la ventaja de conectar más fácilmente con Dios y con los seres de luz o ángeles; por lo tanto, si trata de comunicarse con ellos con toda su fe y una gran concentración, conseguirá todo lo que se proponga, pues ellos le ayudarán.

Jesucristo nos dijo: “Pedir y se os dará” También nos dijo que la fe mueve montañas, y que con una fe del tamaño de sólo un grano de mostaza podríamos conseguir cuanto quisiéramos. Hay personas que se consideran agnósticas, es decir, cofesan no creer en nada. Yo pienso que en realidad, en el interior de todas hay una búsqueda que, para su mente es un elemento material, resulta ilógica; para tener conocimiento de dios hay que dejar a un lado lo que podamos pensar con nuestra mente humana, pues sólo podemos llegar a él a través del amor, nunca mediante la lógica.

Resulta muy curioso, dirá también que ilógico, que todas las personas que dicen no creer en Dios, cuando blasfeman, lo hacen también en su nombre. Si no creer en Él, ¿Por qué lo nombran? ¿Es que en el fondo recuerdan aquel enfrentamiento que tuvieron con Él y desahogan así su odio al Creador? Del mismo modo, en los momentos más difíciles piden a gritos ayuda a Aquel que pueda dársela.

 

CONTINUACIÓN DE LA ENTREVISTA

 

J.- Estos seres, han sido vistos por muchas personas, pero cada uno, supongo que en función de su grado evolutivo, de prejuicios o simplemente cualtural, lo ubica tú?

Mª.A.- Yo por mis experiencias y creo que puedo considerarme en un experta, solo por todo lo que he pasado, pienso que estamos en una dimensión que se denomina tierra, en la que hay dos dimensiones paralelas. En una, estamos nosotros y en la otra, está el mundo espiritual, paralelo al nuestro, en esa otra dimensión están el espíritu de las personas que habiendo muerto y abandonado el cuerpo físico han desencarnado y continúan aquí, y es que los que abandonan el cuerpo después de morir han de elevarse a otro plano superior, o sea que los que realmente quedan aquí, está “vagando” están, en lo que la iglesia católica “ el infierno”.

Los seres espirituales elevados, por experiencia, se que bajan en un momento determinado, como cuando yo les llamo, precisamente para hacer ese tipo de curaciones de las que estamos hablando.

Los llamo para que se lleven a ese ser espiritual que está “vagando” por ahí, entonces, cuando se lo llevan, es porque junto en ese momento, a veces ni los tocan sino que directamente en el momento que los saco del cuerpo ellos lo acogen y se lo llevan, y es que esos seres espirituales elevados, no pueden estar mucho tiempo aquí ya que es un plano inferior  para ellos. Mucha gente, confunde y cree que los ángeles están al lado nuestro, esto es imposible precisamente por qué existe un diferencia incompatible entre su plano de existencia y el nuestro.

Normalmente nos ayudan desde arriba.

 

DE SU LIBRO ETERNIDAD:

 

¿CÓMO DEFINIRÍAMOS UNA PERSONA ESPIRITUAL?

 

Es aquella persona cuya parte espiritual predomina sobre la puramente material; por ese motivo a veces, sin darse cuenta, puede pasar a la otra dimensión.

Eso les ha ocurrido siempre a los médium, pero últimamente, conforme nos vamos acercando al siglo XXI, aumenta el número de personas que poseen ese tipo de sensibilidad. Es así hasta tal punto que, con frecuencia, personas que han sido curadas de una posesión por seres espirituales, si vuelven a tener el mismo problema son capaces de notar cómo el ser les propina golpes, pinchazos, etc., y no lo confunden con ninguna clase de enfermedad física.

Eso confirma mi teoría de que cualquier persona que ha llevado consigo a un espíritu ha desarrollado facultades paranormales de forma involuntaria.

Son muchos los hombres y las mujeres que, pese a ser totalmente escépticos, sufren en sus propias carnes las innumerables molestias que producen los seres del otro mundo. Ese despertar a una nueva y especial sensibilidad tiene dos facetas: Por una parte, la persona, al ser más sensible, capta muchas más cosas de su entorno físico y espiritual, lo que despierta o aviva su fe, puesto que tienen más pruebas de que hay vida después de la muerte y de que la tierra no es el único mundo posible; por otra parte, si la persona que se ha vuelto más sensorial no es capaz de tener fe ni, por tanto, de protegerse de los seres inmateriales, su frirá mucho...

ENTREVISTA A ANTONIO

 

L.- A ver, Antonio, explícanos como te introdujiste tú en este mundo, cómo comenzaste a trabajar con Mª Ángeles.

A.- Bueno, a ver, cómo empezaría yo, si recapaticamos y miro muchos años atrás, de pequeño, mi padre era encargado de una empresa textil, había en casa unos telares mi padre, recuerdo, era una buena persona que ayudaba a los demás, a casa acostumbraba a venir gente, incluso, como que las puerta de la casa estaban siempre abierta, hasta cuando estábamos comiendo o cenando, venían; ¡Oye Antonio! ¿ Tienes una llave inglesa? Es decir, que había mucho ambiente en aquella casa.

Era muy curioso porque igual dos o tres personas, le pedían una herramienta a mi padre, el cual les invitaba a un trago de vino o de agua o lo que fuese, pero sólo era uno el que llevaba la voz cantante, los otros que estaban siempre detrás de este no decían nada, y tampoco mi padre se diría a ellos hablarles, era muy extraño. Interrumpimos aquí la entrevista que realizamos para sacar el libro ETERNIDAD todos los datos que Antonio nos había indicado, el mismo nos sugirió sacásemos del mencionado libro todo aquel material que necesitáramos, como qué, en esencia lo escrito y lo hablado se corresponden nos parece más útil y fiable echar mano de lo escrito, entre otras cosas, porque aun que toda la entrevista está recogida  en cinta magnetofónica, esta, no siempre se escucha con la claridad necesaria, lo que podría llevarnos a algún tipo de error.

Por tanto he aquí la historia de Antonio según reza en ese último libro escrito por Mª Ángeles. –Dice Antonio-: “Nací en los años cincuenta, hijo de trabajadores; quizás en aquellos tiempos estaban bien situados, pero yo llegué en el momento más critico que existió entre mis padres, que ya tenían un hijo de seis años. Era mi padre una persona muy trabajadora y que siempre estaba ayudando a los demás y buscando de Dejar una huella de su paso por la vida.

Murió a los 42 años, la misma edad que yo tengo ahora, entonces yo contaba nueve años y él, que, a pesar de no tener mucho tiempo libre, siempre me dedicaba lo mejor de si mismo, era lo más importante  para mi.

Cuando falleció, me di cuenta de eso y se me cayo el mundo encima. Nunca podía haberme imaginado lo mucho que contraría a faltar: quizás mi padre era lo único que yo tenia.

“Debido a su trabajo, siempre teníamos visitas en casa, ya que se relacionaba con bastante gente; sin embargo, en mi interior me sentía muy solo con frecuencia. Eso me extrañaba mucho ¡Si en mi casa no paraba de entrar gente! Y es que no sabia que algunas personas que veía estaban acompañadas de seres espirituales en aquellos momentos, por mi corta edad, estaba confundiendo los seres espirituales con las personas. “Como se estilaba que los niños hicieran la siesta, me quedaba en mi habitación solo, y en la semioscuridad veía a otras personas a mi alrededor: llegaban unos y se iban otros, me miraban de un modo tan dulce y  tierno que sobraban las palabras. La verdad me sentía a gusto con ellos, consideraba amigos míos; me parecía curioso que casi siempre se me presentaran en mis momentos de soledad, en contadas ocasiones los veía en otros sitios, entre otras personas, o durante el día, con los ojos abiertos.

Nunca se lo dije a nadie, porque en el fondo intuía que aquello no era normal a pesar de que yo estuviera acostumbrado a ello, y creía que, sí desvelaba el secreto, no me vendrían a ver más.

“Mi primera videncia de futuro fue a los nueve años: meses antes de perder a mi padre en un accidente de trabajo, aquellos extraños “amigos”  me enseñaron como fallecería, creando ante mí una gran pantalla panorámica de cine.

Estuve viendo y sintiendo en mi propio cuerpo el dolor  que él iba a padecer sin poder evitarlo, hasta que terminó la visión; lo más extraños es que yo aún no sabía que las personas fallecían ni nada de ese tema, nunca había estado en un funeral ni en un cementerio.

“el día en que falleció mi padre, yo me encontraba en un pueblo de vacaciones con mi abuela. Estaba jugando en la calle con un amigo cuando ella me avisó para comer. Al momento tuve en mi mente unas palabras: “Antonio, ha llegado el momento de cumplirse lo que tu vistes, ¿Recuerdas?” Me entró un miedo desconocido y sordo del que nada dije. Mi amigo me preguntó si saldría después y le respondí que me tenía que marchar a Sabadell. Al llegar a casa, vi que había dos hombres con mi abuela y ella me dijo: “venga Antonio, cámbate de ropa, que estos señores han venido a buscarnos para llevarnos con tus padres” .

por el camino, mi abuela no paraba de preguntarles si se había hecho mucho daño Antonio, refiriéndose a mi padre, y ellos contestaban que no lo sabían.

Aún así, ella no podía dejar de preguntárselo, mientras yo callaba lo que preferiría no haber sabido jamás. No entendía a donde iría entonces mi padre, ni sabía si volvería a verlo de nuevo; estaba hecho un lío.

“Al doblar la esquina que deba a mi calle, encontramos delante de la puerta a un grupo de personas. Mi abuela se puso a gritar: ¡No puede ser! ¿qué le ha pasado? Salió del coche de un brinco, y los dos señores detrás de ella, así que yo me quedé allí solo sin saber que hacer. Al rato, entré en la habitación de mis padres, donde estaban algunas personas. Mi madre me vio y me dijo: “Entra y dale un beso a tu padre” , pero yo me quedé mirándole a él, que estaba tumbado en la cama, y le dije a mi madre que no, porque interiormente pensé que si le daba un beso no lo volvería a ver más.

Salí de la habitación como aquel que no quiere aceptar la verdad: No me veía capaz de afrontar dos veces el mismo dolor. Lo pasé muy mal. Estuve en el velatorio, el entierro y el cementerio y todo fue exactamente igual que antes lo viví en mi visión, sin lograr entender el significado de tanta desgracia.

“Algún tiempo después, comprendería muchas cosas de mi pasado, como que lo que yo creía mis amigos, en parte no existían y solamente los veía yo.

Sin embargo, pensé que podía ser producto de mi imaginación, aunque no pudiera explicarme cómo una fantasía se había convertido en realidad punto por punto, repitiéndose las mismas escenas que yo había imaginado.

“De algún modo, me estaba dando cuenta de que estaba sucediendo algo paranormal pese a ser yo tan pequeño.

Porque aquella vivencia de futuro no era la única que había tenido, pero yo no lo entendía.

“A partir de ese momento, mi vida cambió: Perdí a mis amigos de la oscuridad y se sucedieron las videncias y premoniciones; desde el Más Allá me fueron preparado durante 25 años de mi vida para hacer algo que yo ignoraba, pues después de perder a mi padre perdería a otros familiares y amigos y experimentaría un sin fin de sufrimientos que ahora relataré.

“un día, cuando menos me lo esperaba, delante de mí apareció mi padre; lo vi de cuerpo entero, con absoluta claridad, y me llevé un susto impresionante. Al rato se rompió en trozos pequeños, como si fuera de cristal, hasta quedar reducido en el suelo a un polvo blanco que se fundió y desapareció. Esa fue la primera vez que a mi padre, pocos meses después de haber fallecido. A partir de aquel momento, estuvimos juntos 25 años; lo veía de día y de noche, dormido y despierto, siempre que quería. Se convirtió en mi ángel protector para toda mi vida; lo sentía cuando me tocaba o me hablaba mentalmente, y en ocasiones lo oía hablarme. Me iba guiando por la vida y como es lógico, yo me fiaba de él. Poco a poco me metí en un pozo sin fondo. Empecé a practicar la Guija, y otros juegos relacionados con el Más Allá. Para mí eran sistemas para llamar a mi padre o otros seres espirituales, lo usaba como un teléfono y, al igual que lo de las visiones y su constante compañía, lo mantenía en secreto. Llegó a convertirse en una dependencia, un vicio, y cuanto más me metía en estos asuntos, mi vida se iba volviendo en infierno en todos los aspectos: dolor, pérdida de amigos y familiares, accidente pase hambre... vamos, todo lo que uno ya no puede llegar a imaginarse. Cuando llegaba la noche sentía terror porque, aparte de que no pegaba ojo me levantaba más cansado que cuando me fui a dormir, veía sombras, luces, seres espirituales que parecían vivos, o unas caras como las fotos en blanco y negro que venían desde lejos contra mi, como un flash; otras veces, eran manos o personas que me cogían y me arrancaban de mi de mi propio cuerpo mientras yo les suplicaba que se esperaran un poco hasta que yo me durmiera. Porque era muy desagradable ver cómo yo mismo me partía en dos, mi cuerpo a  un lado y mi ser espiritual a otro y poco a poco me alejaba viendo mi cuerpo tumbado en la cama.

Entre otros cosas, tenía premoniciones que no deseaba ya que tan solo me producían sufrimiento que me iban a echar del trabajo, que iba a perder a un amigo o amiga, o que me iban a traicionar, que algún ser querido iba a fallecer... todo sucedía tal como lo había visto. Lo pasé realmente mal porque a nadie podía explicar todo aquello, me hubiesen tomado por loco.

Cuando aparecía alguna persona que me pretendía ayudarme, llenando el vacío interior y la soledad que tenía, lo “quitaban” de en medio incluso haciendo falleciese. Una de esta personas fue para mí como un segundo padre: me enseñó, me educó y me dejo todo el amor que yo buscaba desesperadamente. Mi vida se la debo a este bondadoso hombre, su muerte supuso un duro golpe para mí, tanto que me rebelé contra Dios, preguntándole como podía permitir aquello. “Tú no existes” –le gritaba- “simplemente eres una fábula”.

 

Encuentro”luminoso”

 

-Sigue Antonio:

“El día que dios me mandó la luz para encontrar mi camino, apenas me levanté por la mañana pensé en comprarme un libro para conocerme a mi mismo, puesto que me sentía tan diferente de los demás. Me preguntaba “¿De donde saco yo un libro adecuado? No puedo ir a una librería y explicarlo todo. Estuve toda la mañana atormentándome con la idea del libro. Por asuntos de trabajo hube de ir a buscar unas piezas y, mientras esperaba cogí un periódico y lo ojeé.

De pronto doy con un artículo de una señora que hacía la presentación del 2º libro (Rayos de luz) de temas espirituales, recién publicado. Recordé que, en cierta manera la conocía, nuestras vidas se habían cruzado en dos ocasiones, pero no imaginé que ella entendiera de estas cosas, pero pensé que ella podría orientarme.

Al día siguiente me presenté en su centro; era la primera vez que acudía a un sitio así y la verdad, no me fiaba. Me atendió una joven vidente que tenía como colaboradora quien me dijo que había de concertar una hora de vista.

Posteriormente llamé por teléfono con Mª Ángeles, le pedí orientación sobre que libro debería comprarme, pero me dijo que había de ir para hablarlo personalmente, pasaron los días, estaba concentrado en mi trabajo, por necesidades tenía que trabajar sábados y domingos.

El día de la cita salí a trabajar con normalidad y sobre las 11 de la mañana, me surgió un imprevisto y me horario varió, de modo que me quedaron dos horas muertas, entonces acordé del libro.

Me presenté en la consulta de Mª Ángeles a las 12 del mediodía; allí estaba ella y su ayudante, y nada mas entrar, le dije: -Buenos días. Me encuentro perfectamente, todo va muy bien. A mi no me pasa nada. Yo solo venía para que me aconsejaras un libro, como te comenté por teléfono...

Mª Ángeles me respondió:

-Primero, creo que lo mejor es mirarte a ti espiritualmente.

“yo insistí en que sólo quería el libro pero ella repitió que debía mirarme; al final pensé: “Bueno, que me miren y que me peguen el rollo que quieran, lo que me interesa es que me aconsejen una lectura” .Me senté en una silla y Mª Ángeles se sentó frente a mi, me cogió las manos y su ayudante se colocó a su lado con los ojos cerrados.

Mª Ángeles empezó a hacer una oración y, de golpe, las dos se quedaron mirándose impresionadas. Al ver este cuadro, me pregunté qué montaje se traerían entre las dos. Mª Ángeles me dijo.

-¿Tú sabes que llevas contigo a un ser espiritual desde hace años, un familiar tuyo?

“Me impacto mucho que ella se dieran cuenta, no me lo esperaba; por eso;

dejé que me miraran: Ellas eran unas profesionales del tema. Mª Ángeles me dijo.

-Vamos a sacarlo,- y yo le respondí:

-Esto ser espiritual que va conmigo es mi padre y siempre me está ayudando:

por lo tanto, no he venido aquí para que tú me lo quites ahora.

Mª Ángeles respondió:

-Pero a ti la vida no te ha ido nada bien...

-Nos, mira, no me puedo quejar.

“Ella siguió insistiendo en quitarme el ser, hasta que me supo tocar la fibra sensible:

-Tú padre te quiere -me dijo- por eso está contigo, pero este no es su cami­no; reteniéndolo aquí en la Tierra. le estas perjudicando. Es mejor sacarlo del plano terrenal y elevarlo para que siga el camino, donde debe estar.

“Me planteé que quizás yo era un egoísta por desear que mi padre se quedara y le dije que hiciera lo conec­to. Automáticamente pasaron hacer-mccl exorcismo. Yo vi con claridad y noté físicamente cómo de mi cuerpo me arrancaban a mi padre, que se que­dé unos instantes frente a mi y poco a poco, se fue alejando con cara de pena intentando agarrares a mi diciendo:

“¡Por favor, no permitas que nos sepa­ren!” Casi estuve a punto de sujetarle con mis propias manos pero pude aguantar porque en el fondo sabia que era un bien para él.

Cuando se rompió la conexión que ha­bía entre nosotros, noté un gran dolor en el plexo solar, como si tuviera den­tro un ancla y alguien la arrancara. En­tonces, la cara de mi padre, que yo no había perdido de vista en ningún mo­mento, empezó a adquirir una expre­sión diabólica, haciendo en milésimas de segundo mil transformaciones a la vez, mientras me insultaba hasta que desapareció en la Oscuridad dcl Más Allá. Aquel a quien creía mi padre era un ser diabólico del cual Mª Ángeles me libré para siempre. Entonces

 com­prendí un montón de preguntas que no tenía sentido para mi...

 

EN LA ENTREVISTA INTERVIENEN AMBOS.

 

J.- A partir de aquí empezáis a colaborar juntos. O ¿Cuál fue el siguiente paso?

A.-Después de quitarme al ser que llevaba, no fue necesario que me convenciera de que no era mi padre, lo había visto tan claro, que pensé: aho­ra no me fío de nada, bueno me da el libro y al querer pagarlo, me dijo que no. que era un regalo.

Al salir del local me dice, ¿Porque no vienes el lunes a trabajar conmigo? Yo pensaba que ¿En qué podría trabajar con ella? El casos es que le dije que no, aludiendo tres motivos. Que no estaba en el paro, que no tenía ningún tipo de facultad, y que no estaba acos­tumbrado a tratar con ¡a gente a ese nivel, yo hago de jardinero que es ¡o que se hacer, y en este terreno si me entiendo con los demás.

Mª. Ángeles me dijo a la hora que ha­bría el local y que yo mismo. Me mar­ché, y mientras caminaba iba tratando de convencerme deque no podía ir por los motivos ya expuestos y otros que me inventaba para arropar ese conven­cimiento. sin embargo, se estableció un lucha interna, violenta y contradicto­ria, una parte de mi, estaba convenci­da de que no podía ser, pero otra me susurraba que era una gran oportuni­dad que nunca más se me presentaría. se me ocurrió entonces, que podría ser una buena idea el consultar con la gen­te con la que tenía especial confianza, amigos, quizás ellos me meran argu­mentos para reafirmar esa parte de mi que decía No!.

Al primero que tuve oportunidad de ver fue a Alfredo, al cual como tenía previsto le expliqué todo lo ocurrido. El se queda mirándome y exclama: ¡J0, que suerte! ¡Supongo que irás 1 ¿No?... Así otro y otro...

Finalmente vine aquí, y Mª. Ángeles me dice: Siéntate, ¿Para que? le dije, pues para empezar a trabajar con la gente. -Pero bueno le dije- el primer día voy a empezar a trabajar con la gente? Explícame que tengo que hacer, que veré, que me pasará, algo.

A partir de ahora -me dice- cuando yo diga la oración, tu cierras los ojos. Y así estuvimos durante un par de meses.

Mª. Ángeles interviene: Cuando llega­ba le hacía pasar, se sentaba y comen­zábamos a trabajar. El cerraba los ojos mientras yo decía la oración, cuando acababa, le preguntaba si había visto algo y donde, el me decía si había vis­to y en que lado. ¡Ah! pues bien, pero pensaba que pudiera estar actuando, para seguirme la corriente, a veces le decía que estaba en el lado contrario, pero el aguantaba el tino y se reafirma­ba que lo había visto donde dijo, lo que me demostraba que realmente veía lo que decía estar viendo, por supues­to tenía razón y yo lo sabia.

-Dice Antonio-: Fue después de tres meses cuando decidí quedarme defini­tivamente a trabajar con ella.

¿- ¿Que fue lo que vistes en Antonio, para que nada más verlo le pidieras viniese a trabajar contigo?

Ma. A-. Bueno, la verdad es que, hasta ese momento había una chica que me ayudaba, pero tuvo que marcharse y me dio un mes para que buscara otra persona. Pero, no puedo poner a cual­quiera que llegue, y no la había encon­trado, el caso es que estaba muy pre­ocupada, y les pedí a los de “arriba” que me ayudaran. Entonces, después de que vino Antonio, me llamó esta chica para ver si ya tenía una sustitu­ta, y a pesar de que entonces no sabía si Antonio querría quedarse o no, a pesar de ello le dije que si. intuía que era la persona que estaba buscando. Luis- ¿Pero fue una cuestión puramen­te intuitiva?

Mª Á.. A mi me lo enviaron “los de arriba”, siempre lo he dicho porque todo vino rodado.