POSESION SEGULAR

Espíritu había poseído a uno de los miembros y hacía con él su "santa" voluntad. Después dedico a perturbar o otro. Miembros de la familia.

A la consulta de María Ángeles Bertolín, en Sabadell llegan cada día desde hace cinco años. Poseídos de toda España a los que ella ibera del diablo. Ayudada por Antonio Jiménez, que ''ve" si las personas que acuden a la consulta van "acompañadas", practica exorcismos. Sus experiencias de estos años se han traducido en varios libros que pueden ayudar a muchas personas.

De su puño y letra, Antonio nos envía amablemente el relato de uno de lo muchos casos en que ha intervenido junio a Mana Ángeles, y lo publicamos debido a su interés y en la seguridad de que conmoverá a muchos de mis lectores.

EXORCISMO EN LONDRES

Sabíamos que los libros de María Bertolín habían traspasado fronteras, pero nos da la alegría comprobarlo cada ve que recibimos cartas o llamadas del extranjero solicitando ayuda. Resulta hermoso verificar que esta labor ayuda espiritual es conocida y valorada fuera nuestras fronteras. La historia que os relato sucedió precisamente en Londres desde donde nos pidieron ayuda urgente.

Tras estudiar la petición nos pareció que debíamos acudir allí e intentar Solucionar el caso.

Las posesiones pueden afectar a diversos miembros de Una familia como era el caso. El espíritu había poseído a uno de los miembros y hacía con él su "santa" voluntad. Después se dedicaba a perturbar a otros miembros de la familia. Esta situación puede prolongarse durante varias generaciones.

ABUELA CURANDERA

Se trataba de la nieta de una curandera, a la que llamaremos Lucy. Su Comportamiento era muy extraño. Casi nunca se dejaba acariciar por nadie y sus huesos crujían de manera que resultaban frágiles y quebradizos. La abuela de Lucy era curandera y se dedicaba a ayudar a personas con problemas muy diversos y dolencias de todo tipo. Sin embargo se sentía desorientada e incapaz de ayudar a su propia nieta. Que en aquellos momentos contaba 6 años de edad Su propia hija la madre de Lucy, había tenido siempre carácter violento y agresivo que tampoco supo nunca dominar y que se dulcificó tras dar a luz a la niña.

Tras los saludos, la exposición del caso y todos los prolegómenos de la situación, nos pusimos a trabajan María Ángeles tomó las manos de la niña y sé dio rápidamente cuenta de que un ser diabólico la poseía. Luego, al poner las manos sobre su cabecita, notó crujir los huesos de cráneo, parecía como si el cerebro botan dentro de su cabeza. Con los ritos y fórmulas adecuadas trató de sacar el espíritu de su cuerpecito y la cara de Lucy adquirió rió una expresión diabólica que asustaba Con una voz de ultratumba, impropia de una niña de tan corta edad, decía: "Soy el poder".

María Ángeles conjuró rápidamente al ser que la pequeña llevaba dentro y trato de "atarlo". Salió enseguida de la niña y ésta adquirió un aspecto dulce y relajado. Yo como vidente y médium, controlaba el trabajo de María Ángeles y vi que el espíritu no se había ido. Estaba dando vueltas por la casa. No podíamos permitir que este ser siguiera haciendo daño a nadie. Teníamos que buscarlo, estuviera donde estuviera y sacarlo del plano terrenal para siempre. Aquí es cuando hube de emplear mis facultades extrasensoriales. Es necesario buscar y atrapar al espíritu absorbiéndolo 'Si' esos momentos siento perfectamente el inmenso dolor y sufrimiento el mismo que le estaba provocando a la pequeña Lucy hasta entonces

EL ESPÍRITU RONDABA POR LA CASA

Somos incapaces, para eso Dios nos ha dado unas capacidades excepcionales, de dejar a una persona indefensa. Cuando algún ser diabólico amenaza a alguien vamos a por todas Seríamos capaces, incluso, de arriesgar nuestras propia vida par expulsar a un espíritu. Una vez. Que yo ya tenía al ser, María Ángeles intentó quitármelo para entregárselo a los seres de luz y éstos se lo llevaran al lugar que le pertenece. Pero se ató a mi cuerpo de tal manera que hasta María Ángeles se quedó perpleja. Lo normal es que sea yo quien lo coja, no que, el se ate a mí voluntaria mente.

Luego supimos que este ser había sido en su tiempo terrenal brujo, y conocía todos los trucos posibles del mundo de tinieblas en el que ahora vivía. Vestía una máscara diabólica y, ensartadas en sendos palos, llevaba dos calaveras que utilizaba a modo de maracas.

Con ellas hacía rituales mágicos. Pero no sabía muy bien a de Dios que todo lo puede y a pesar de la experiencia secular del mal, María Ángeles y yo teníamos la certeza de que podríamos con él. Mi compañera comenzó a hacerme un exorcismo, conjurado con todas su mayor fuerza, trasmitida directamente desde arriba. Iba por todas ya que estaban en juego nuestras vidas y la posibilidad de que el ser nunca volviera a perturbar a nadie. Estaba tan atado a mí que aunque intentó arrancármelo un par de veces no hubo forma. Vio tan complicada la situación y tan alto el nivel de peligro que pidió a la familia que abandonaran la casa hasta que hubiera pasado el riesgo, lo hacemos así siempre que las situaciones se complicaran. Entonces pedimos ayuda a Dios, a Jesucristo y al Espíritu Santo, y con la divina ayuda la intuición de María Ángeles se agudizó y vio lo que sucedía.

Aquel perverso ser diabólico, a pesar de esta difunto, sin cuerpo físico todavía realizaba sus brujerías. Se había atado con varios garfios a mi hombro y de cada uno de ellos salían varias cuerdas. Yo lo estaba pasando realmente mal y aunque habíamos vividos casos parecidos en otros países, pensé que no volvería a España con vida. Mi cuerpo se estaba apagando, mi corazón iba dejando de latir... Llegó un momento en que no podía ya intercambiar palabras con María Ángeles. Me funcionaba sólo la mente y gracias a ello sabía la situación por la que estábamos atravesando. Nos comunicábamos con gestos y expresiones de la cara.

"MI CUERPO SE APAGABA"

En aquellos momentos una pregunta nacía en mi interior: ¿saldremos de esta? Y gracias a la ayuda de Dios, que nos había sacado de otras situaciones parecidas pero no tan graves, ella vio cómo romper aquella terrible aparato que había construido el ser a base de cuerdas, cuerdas y ganchos, como una infinita cadena hacia otra parte de un mundo de tinieblas para llevarme con él.

María Ángeles empezó con sus conjuros, uno de tras de otro, rompiendo todas mis ataduras. Lo hizo con una fuerza que yo nunca había visto, sin parar y cada vez chillando más fuerte para poder reducir al malvado espíritu y entregarlo a los seres de luz. El exorcismo fue brutal, lo digo desde la experiencia de haber visto y ayudado en muchos. Cuando todo terminó caímos rendidos al suelo. Estuvimos más de dos horas sin hablarnos, sin mirarnos, recuperando aliento... Transcurrido ese tiempo llegaron los dueños de la casa: abuelos, padres y nieta. Se interesaron por nuestros estados y por los detalles de cuanto había sucedido María Ángeles contó a todos que Lucy llevaba dentro un ser diabólico rodeado de cuervos negros. Y al comentarlo, la madre de la criatura explicó que ella había tenido terribles pesadillas toda su vida en las que aparecían unos cuervos mas negros que la muerte. La pesadilla se repetían igualmente en la pequeña Lucy que los describía a su madre diciendo: "Veo pájaros negros muy feos que me dan miedo".

Dejamos Londres al día siguiente quitándole una gran angustia a la abuela aun que se había dedicado toda su vida a ayudar a los demás no podía ayudar a su propia familia. El gran mérito fue de la abuela que movió cielo y tierra hasta lograr el bien de los suyos. Su fe la había salvado. Nosotros pusimos nuestro granito de arena, fuimos humildes instrumentos de Dios y a su disposición seguiremos el tiempo que él quiera.

Articulo y Fotos. Antonio Jiménez.