EL PERIODICO

Suplemento Numero 37..... Diumenge.... 9de gener de 1994

NOU DIARI

En mi casa todo es muy confuso, la televisión se cambia de canal sola, las bombillas se funden, no se puede dormir... he pensado en suicidarme. Por eso voy a un exorcista" dice un cliente.

Profesionales que a partir de técnicas, seudo-científicas o esotéricas sanan y liberan a sus pacientes de "seres diabólicos" o de "almas en pena"- los seres negativos q provocan con su maldad enfermedades físicas y mentales y que pueden llegar a provocar el suicidio en la persona afectada torturándola mentalmente.

CASAS POSEÍDAS

Por eso sin ir mas lejos, un curandero puede quitar el insomnio y llevar sin ir mas lejos paz a una casa poseída." Yo vengo desde Barcelona porque Mª Ángeles me limpia a mí y a mi casa porque en ella me pasaban cosas muy extrañas" confiesa José, un paciente que desea mantenerse en el anonimato, poco antes de salir de la consulta de Mª Ángeles Bertolín, de Sabadell, especializada en quitar seres espirituales negativos de las personas a través de oraciones y exorcismo.

Con su colaborador de equipo de trabajo Antonio diariamente están con su labor de exorcistas.

"En mi casa todo era muy confuso" dice José, bastante cava, que, con la cabeza baja y con una mirada penetrante, mira hacia ambos lados de sus costados y continua " la televisión se cierra sola, cambia de canal continuamente sin que nadie la toque, el técnico insiste por enésima vez que el aparato esta en buen estado. Las bombillas se funden continuamente, siento ruidos muy extraños, no puedo dormir....y he pensado muchas veces en quitarme la vida" confiesa con una voz muy tenue el anónimo barcelonés. "Cuando vengo aquí me paso todo el mes muy bien, lastima que mi mujer no quiera venir porque ella es la culpable de todo, ya que debe de tener un ser maligno como el que yo tenia antes. Yo y mi piso ahora están limpios..." explica el señor con la americana en el brazo mientras abre la puerta para salir a la calle. Antes, pero, hace una ultima mirada a la sala de espera para comprobar que ningún conocido le delate por las declaraciones que a hecho a unos desconocidos.

 "Hombre, su caso es sencillo, le encontré que tenia un ser maligno, y se lo quite y ahora esta fenomenal, el problema es que desde aquí no sé puede limpiar correctamente a su esposa. Si ella viniese, podríamos dar por finalizado el caso", confiesa Mª Ángeles Bertolín, que ha publicado diversos libros explicando sus técnicas de curación.

"El siguiente" dice Mª Ángeles con una risa en la boca sus cabellos finos y rubios le tapan la espalda. Entra Josép María, de Santa Coloma de Gramanet, a la sala. Una sala que parece un dispensario de la Seguridad Social: blanca, aséptica, sin apenas objetos. Josép María, de dieciocho años más o menos, se sienta en una silla que esta puesta bajo un Santo Cristo. A su lado esta el ayudante de Mª Ángeles, un hombre que esta cercano a los cincuenta años con un pasado enigmático - y muy preocupado de lo que dirán de él -, pero vuelve a él trabajo con normalidad en cuanto empieza Mª Ángeles. La temperatura es baja en el cuadrilátero, el silencio es grande, nada mas se interrumpe por un desagüe que hay un poco mas arriba de la Cruz.

El primer paso a seguir es ponerse delante del paciente y cogerle las manos. "En este momento yo ya sé la naturaleza del ser que dentro de la persona", explica Mª Ángeles a punto de conseguir la máxima concentración. Empieza la oración: "Señor y Padre nuestro, te pedimos que nos poder ayudar a este hermano nuestro que va acompañado de un ser de tinieblas....." El corazón palpita mas rápidamente, sé esta a un paso de tener escalofríos y del no sé que pasara quieres decir que he hecho bien de venir", es lo que se preguntaría cualquiera que asistiera por primera vez a la sesión.

Un lazo atrapa al ser diabólico.

Pero solo acaba de comenzar lo que ha de pasar. Continua la oración con un tono suave y de golpe el tono sube hasta casi formarse un grito o tono es mas elevado "te arranco y te entrego en manos de estos Ángeles que te llevaran al lugar que Dios te tenga destinado....". Mª Ángeles empieza a lanzar un lazo y a estirar hacia ella el ser diabólico que mantiene al Josép María en un estado de animo que casi no puede continuar. La piel de gallina se apodera de los que allí somos testimonio de la acción que por sus gritos deja consternado a los que esperan en la sala de espera contigua.

"La labor que hago es sencilla. Primero cojo las manos del paciente, esto me permite entrar en una especie de trance y ver el ser diabólico que se esconde en el paciente. Después con un lazo –imaginario- envuelvo al ser y lo ato para hacerlo subir para arriba, allá los seres positivos, que son muy luminosos, acaban con el trabajo y se lo llevan", dice la Mª Ángeles que un exorcismo es una liberación a la muerte, locura, desesperación, ansiedad y agonía.

Mª Ángeles que hace extraordinarias curaciones por la Fe, explica que si no tuviera la colaboración de seres positivos, los malignos podrían salir y en un momento trasladarse a la China y ponerse en cualquier otra persona por ejemplo. "Hay que tienen quinientos o mil años y pasan de persona a persona, por eso es conveniente quitarlos" matiza convencida.

La entendida en la materia añade que a menudo los espíritus te juegan malas pasadas " porque se hacen pasar por almas en pena y te comentan con voz tenue, floja y generosa que quieren marchar y no saben a donde ir, si les crees porque te dan pena te cogen desprevenida y entonces resulta que es ser diabólico disfrazado, entonces has de luchar con el con mayor contundencia. Su fuerza te puede hacer ir de un lado para otro de la habitación, explica Mª Ángeles, que matiza que eso le pasaba cuando todavía no tenía tanta experiencia.

Un pañuelo seca aparentemente el sudor de la palma de la mano de la joven sabadellense después de hacer la cura a Josép María, que sufría como el mismo dice una "depresión muy grande, siempre tenia miedo, no podía dormir, todo el mundo sentía que me perseguía y me asustaban las mujeres, me cansaba muchísimo y los médicos no me encontraban nada hasta que vine aquí y ahora con otra cura ya estaré súper bien". Pero no era la sudor lo que secaba con el pañuelo sino unas marcas que el lazo –imaginario- había hecho a la sanadora del Valles.

Mª Ángeles explica que no es suficiente hacer una curación, sino que hace falta tener una buena información sobre como prevenir esos espíritus malignos. Alguna vez e observado que cuando llega el paciente no esta tan mal como él dice y es que el ser espiritual que le acompañaba se ha quedado fuera de la sala, fuera del edificio, en la esquina de al lado porque sabe que lo puedo combatir y no se me podrá escapar y no se me quiere poner delante "no se puede". Son pequeños trucos que si funcionan, pues, eso muy bien.